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La Fundación EDP ha llevado a cabo, por segundo año consecutivo, una iniciativa que consiste en repartir 1.000 plantones de cerezo entre los niños y las niñas que les entregaran un dibujo pintado por ellos mismos, relacionado con la naturaleza. El objetivo era doble: por un lado, mejorar la biodiversidad a través de la plantación de árboles y, por otro, concienciar a los más pequeños sobre la necesidad del cuidado del entorno.

Y a pesar de que la lluvia acompañó la actividad durante un rato, el objetivo se cumplió con la participación no sólo de los niños y niñas, sino también de sus padres y madres, que quisieron compartir en familia este momento lúdico-educativo. Y gracias a la animación de la actividad, en la que participaron los personajes del programa educativo Viva Nuestra Energía.

En el reparto de los plantones de cerezo colaboró el Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS), una ONG con la que la Fundación EDP desarrolla numerosos proyectos vinculados a la conservación y protección del medio ambiente. De su mano, además de los plantones de cerezo, los niños y sus familias recibieron las instrucciones para su plantación, desde la preparación previa del terreno, hasta la propia plantación y el riego necesario. El cerezo es un árbol de gran valor ambiental, pues produce frutos para gran parte de la fauna cantábrica, además de ser una especie muy resistente. Con estas iniciativas de repoblación, la Fundación EDP ha plantado más de 80.000 árboles.